Página principal
Textos de Jari Iivanainen
¿Cuál es el origen de todo?






Echa mano de la vida eterna
(1 Ti 6:12)
















Jesús es el camino, y la verdad, y la vida (Jn 14:6)






 

CAPÍTULO 1 -
El Origen del Universo

 

 

 

EL COMIENZO DE TODO. Al comenzar nuestro estudio, deberíamos comenzar con el origen del universo. Ya hemos notado que la teoría más común es que el universo llegó a existir de solo, y después de eso la vida en la tierra evolucionó y comenzó a aparecer poco a poco. Este punto de vista basado en la materia supone la idea de que tiempo y materia son los únicos prerrequisitos necesarios para hacer posible la  existencia de algo –la posibilidad de un Creador ni siquiera es considerada.

   Sin embargo, el punto esencial es que el universo debe haber tenido un comienzo y que no puede ser eterno e infinitamente antiguo. Hasta las teorías de varios científicos indican eso. Cuando hablan del ‘big bang’, del nacimiento de galaxias, estrellas, del sistema solar y la tierra, presuponen que debieron tener sus comienzos. Están al tanto del hecho que eso no estuvo siempre ahí, aunque no crean en un proceso especial de creación. No toman a Dios en cuenta, pero de todos modos basan sus teorías en el hecho de que todo comenzó alguna vez.

   Además, también podemos ver en la práctica que ha habido un primer momento muy especial. La así llamada segunda ley de termodinámica indica que el universo se encamina hacia el fin por la temperatura –a un estado en el cual toda las diferencias de temperaturas habrán desaparecido y en el cual la cantidad de energía útil disminuirá y finalmente se acabará. En principio, esta disminución de la energía puede ser comparada con la leña que se quema en el fuego de un campamento. Una vez que la leña se quema, no puede usarse nuevamente –se convierte en algo inservible. Eso indica que el nivel de energía útil disminuye todo el tiempo:

 

“La energía parece no desaparecer realmente. El problema es que va cambiando gradualmente de forma tal que ya no puede utilizarse más. Todo el universo se encamina hacia una muerte térmica. El universo actual y toda la materia y energía que este contiene están siendo dilapidadas en energía térmica, y eso eventualmente abarcará a todo el universo. Cuando eso suceda, nada podrá existir. (1).

 

Que todavía haya diferencias de temperaturas alrededor del mundo, que el sol y las estrellas estén alumbrando, y que aún haya reservas de energía dentro de la tierra, solamente demuestra que el universo no es eterno, y que no ha estado siempre en la misma condición. Si el sol y las estrellas fueran lo suficientemente antiguos, la temperatura sería la misma en todas partes y no veríamos ningún cambio producido por las diferencias de temperatura. Sería igualmente frío en todos lados y las estrellas se habrían extinguido. Pero no es así.

   La conclusión que se puede sacar de la información que hemos visto es que en algún momento en el pasado debe haber habido un día y un momento cuando todo comenzó a existir. Debe haber habido un momento cuando la marca del tiempo hacia la muerte térmica empezó, y un momento en el que todo comenzó. Es la única posibilidad. De lo contrario, deberíamos rechazar la segunda ley de la termodinámica.

   Las siguientes citas se refieren a este tema. Ellas muestran cómo la teoría sobre las fuerzas térmicas nos obliga a creer que la tierra ha sido creada en cierto momento, o que las leyes de la naturaleza han sido diferentes en cierto punto del tiempo.

 

Arthur Eddington (un astrofísico ingles de 1930): “Si vamos atrás en el tiempo hallaremos un mundo más y más organizado. Finalmente, llegaremos a un momento en el que todos los materiales y la energía están tan organizados como pueden llegar a estarlo. No podemos ir más allá de ese punto. Hemos llegado a un punto en el tiempo y el espacio que no puede ser atravesado, y que sólo puede ser descripto con la palabra “comienzo.” (…) A mi me parece absolutamente natural aceptar la conclusión que ofrece la ciencia actual para el futuro: La muerte térmica del universo.” (2)

 

William Jevons (un filósofo inglés de 1870): “No podemos rastrear la historia de la temperatura del universo en un pasado muy lejano. A cierta altura será imposible obtener datos sobre la distribución de la temperatura, las cuales no pueden, de acuerdo con las leyes naturales, venir de alguna distribución anterior. (…). La teoría sobre las fuerzas térmicas nos fuerza a creer ya que el mundo fue creado en cierto momento, o que las leyes de la naturaleza han sido diferentes en un período anterior en el tiempo. (3).

 

LA VIDA también debe tener un comienzo. Hemos notado que el universo tiene un comienzo, y lo mismo vale para la vida – ella también tiene que tener un principio. Debe haber un momento en el que la vida –que requiere ciertas condiciones muy específicas- comenzara. Por lo menos, no hay nada que indique que ella haya existido eternamente en la tierra.

   La causa principal por la que la existencia de la vida tiene un término es, por supuesto, la vida limitada del sol. Así como no es posible que el sol haya estado irradiando calor y luz a la tierra desde siempre, así también es imposible que haya existido vida desde siempre. (La segunda ley de la termodinámica establece restricciones para la existencia del sol. El sol es como el fuego de leños quemándose en una hoguera. El fuego quema sólo por un cierto tiempo, y después se hace oscuro y frío). Sin el sol, la temperatura sería de 273 grados Celsius bajo cero, estaría oscuro, y toda el agua estaría congelada –la vida sería imposible en esas condiciones. Ninguna forma de vida podría mantenerse en esas condiciones: La vida sería imposible.

   La conclusión por lo tanto es que así como el sol no pudo haber estado siempre ahí brindado calor a la tierra, tampoco pudo haber existido la vida. Es un hecho tan simple, que debería despertarnos. Esto también significa que debe haber existido un momento en el cual la vida comenzó a existir sobre la tierra. Los científicos no creen en la Creación, pero aún dejándola de lado, la vida debe tener un principio en cierto punto. De lo contrario, nuevamente tendríamos que rechazar la segunda ley de termodinámica.

   La siguiente cita habla del mismo tema y nos muestra que la gente realmente cree en el comienzo de la vida, pero que para los científicos ese mismo tema no está claro. Ese tipo de conclusiones son posibles porque la gente no quiere creer en la participación de Dios en la creación. 

 

Andy Knoll, un profesor de la universidad de Harvard: “Al tratar de compilar un sumario de lo que sabemos sobre la profunda historia de la vida sobre la tierra, el origen y las fases de su formación que lleva a la biología que podemos ver a nuestro alrededor ahora, tenemos que admitir que estamos a oscuras. No sabemos cómo comenzó la vida en este planeta. No sabemos cuándo exactamente comenzó y bajo qué condiciones.” (4)

 

 

 




shopify analytics ecommerce