CAPÍTULO
3 -
El
nacimiento de las galaxias y estrellas
En el supuesto caso de que
se hubiese producido un Big Gag el siguiente paso a considerar sería la
formación de las galaxias y estrellas.
Generalmente se ha dicho que después de la explosión (en otras palabras después del Big Bang),
el gas hidrógeno creado en esa explosión se propagó en el espacio. Entonces, de
repente, el mismo gas que fue propagado al espacio en la explosión comenzó a
condensarse formando galaxias y estrellas –aunque fue un proceso lento. Esto
fue posible debido a la existencia de pequeñas condensaciones que se cree
debían haber existido en los albores después del Big Bang. Se ha estimado que
este proceso de condensación de gas y polvo se llevó a cabo durante millones de
años, hasta la formación de las actuales galaxias y estrellas.
¿ES SATISFACTORIA ESTE TEORÍA? Al pensar en el nacimiento de las galaxias y
estrellas y al leer ciertas publicaciones podemos tener la impresión de que
este tema ha sido resuelto, de la misma manera que al leer sobre el Big Bang.
Se da por sentado que se trata de un hecho comprobado, que no deberíamos dudar,
solamente creer. Mucha gente realmente cree que los cuerpos celestiales se
originaron de la mencionada manera.
Pero, ¿es la teoría del origen
de las estrellas y galaxias satisfactorio? ¿Es realmente un hecho comprobado?
Las personas más idóneas para
contestar estas preguntas son los mismos científicos: puesto que ellos han
examinado la estructura y el movimiento del universo, son ellos los que tienen
comentarios sobre este tema. Sus comentarios indican que el nacimiento de estos
cuerpos celestes todavía es un misterio. El nacimiento de las galaxias es
considerado especialmente problemático. No hay ninguna prueba contundente:
“No quiero pretender
diciendo que hemos descubierto el proceso de la creación de las galaxias. La
teoría del nacimiento de las galaxias es uno de los mayores problemas sin
solucionar en la astrofísica y parece que incluso hoy estamos lejos de la
solución.” (Steven Weinberg, Los Primeros Tres Minutos /
The first Three Minutes, p. 88).
“Hay mucha certeza de que las estrellas han sido
creadas de la condensaciones del gas diseminado entre las estrellas. Podemos
suponer que lo mismo sucede en todo el universo y así se originaron las
galaxias. Sin embargo, aquí hay un gran problema –eso no sucedió. (…)
Necesitamos mejor evidencia basada en la observación de cómo se originaron las
galaxias y las estructuras mayores el universo. Hasta ahora no es posible
realizar esas observaciones en lo que respecta a las galaxias ordinarias. (Malcolm S. Longair, The Origins of Our Universe, p.99,109)
Propiedades del gas. Al estudiar los
problemas sobre cómo se originaron las galaxias, el primer problema es que si
el gas fue propagado al espacio como una consecuencia del Big Bang, no parece
posible que de repente hubiese comenzado a condensarse en galaxias y estrellas:
mediante la física sabemos que el gas siempre tiene la propiedad de llenar
cualquier espacio dado, por lo tanto debería haber continuado expandiéndose en
el espacio exterior. Habría seguido su camino más y más hacia lo profundo del
espacio, y no se habría podido formar ninguna esfera. Esto hubiera sido
imposible, y en lugar de ello toda la materia debería haber sido propagada al espacio
inicialmente. Es uno de los problemas que se levantan contra la teoría.
Algunos investigadores han
tratado de resolver este problema sosteniendo que hubo disturbios y
condensación de la materia en algún momento después del Big Bang. Sin embargo,
hay un gran problema con esta idea: Nadie ha sido capaz de explicar propiamente
cómo se formaron las condensaciones de materia.
Un problema principal, sin embargo, es ¿cómo empezó
todo? ¿Cómo es que el gas del cual se originaron las galaxias inicialmente se
acumuló para dar inicio al proceso de formación de las estrellas y al gran
ciclo cósmico? (…) Por eso, debemos
hallar mecanismos físicos que aporten acerca de las condensaciones en la
homogénea materia del universo. Esto parece muy sencillo, pero en la práctica
conduce a un problema de naturaleza muy profunda. (Malcolm S. Longair / The Origins of Our Universe, p 93)
Endeble evidencia del
nacimiento de las galaxias y estrellas. En lo que respecta al
nacimiento de galaxias y estrellas, se ha sostenido que solamente se necesita
el suficiente gas en un lugar para originar el nacimiento de galaxias y
estrellas por sí mismas. También se ha sugerido que en algunas nubes de niebla,
como en la constelación de Orión, nacen estrellas todo el tiempo.
Sin embargo, como una
respuesta a la mencionada pretensión uno puede afirmar que, generalmente
hablando, no podemos estar seguros si algunas nubes de niebla se están
acumulando o dispersando. La vida de una persona normalmente no es lo
suficientemente larga como para observar estos hechos. Por eso, puede ser que
al ver una nueva estrella, simplemente suceda que la estrella en cuestión no
era visible detrás de nubes de niebla anteriormente, y se hizo visible por el
movimiento de rotación de las órbitas o porque la niebla se asentó y la expuso.
Por eso, no se trata necesariamente de una estrella nueva, pues puede ser que
la estrella tan solo “se dejó ver”.
Por el otro lado, si el
nacimiento de galaxias y estrellas es tan simple, ¿dónde está la evidencia?
Puesto que se ha estimado que existen cien billones de galaxias en el cielo, y
cien billones de estrellas en casa una, y si dividimos eso por 10 billones (la
edad estimada del universo es de 10 –15 billones de años) significaría que
¡10 nuevas galaxias y 1,000 billones de estrellas nuevas deberían nacer cada
año! Esa enorme cantidad de estrellas nuevas y galaxias debería ser detectada
de alguna forma, pero ¿por qué no podemos detectarla?
La observación ni siquiera
debería ser difícil, porque los científicos creen que sólo pueden ver el pasado
del espacio exterior. De ese modo, solamente tendríamos que ver la diferente
distancia entre un año luz y 10 – 15 billones de años luz- así habría muchas
alternativas diferentes y ciertamente veríamos la formación de órbitas. ¿Por
qué no podemos detectar eso?
El origen del movimiento de
rotación y traslación también es un misterio. Si al comienzo sólo había un
movimiento centrífugo causado por el Big Bang, ¿cómo pudo cambiar de repente y
convertirse en movimientos de rotación y traslación, que pueden ser observados
en todos lados en el espacio? ¿Qué causó esas nuevas direcciones del
movimiento, ya que ningún movimiento de traslación o rotación puede comenzar, a
menos que haya otra fuerza dirigiéndolo?
Asumiendo que el Big Bang
realmente ocurrió, habría causado movimiento sólo en una dirección, hacia
afuera del lugar donde ocurrió la explosión. Ningún movimiento de rotación o
traslación habría sido creado; en cambio, todo se habría movido directamente
hacia afuera del punto inicial. Una buena pregunta es, por lo tanto, cómo se
originaron esos movimientos, porque no podrían haber comenzado de solo; eso va
contra las leyes de la física. ¿Por qué encontramos y observamos esos
movimientos por doquier en el espacio? Estos puntos nos señalan el fundamento
agrietado sobre el cual se asienta la teoría del origen del universo.