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¿Hay muchos caminos a dios?

 

 

Quien cree en la reencarnación posiblemente también crea que hay muchos caminos a Dios. Es una creencia típica de la Nueva Era ver a Dios como una gran montaña y que hay muchos caminos para llegar a ella.

   Muchos sostienen que hay diferentes religiones y creencias, pero que al final todas conducen al mismo Dios. Y cuando finalmente las personas lleguen allá, se darán cuenta de que han llegado al mismo lugar y a la misma cima por más que recorrieron diferentes caminos para llegar hasta allí.

   El siguiente ejemplo describe esta idea tan común:

 

-Sócrates, ¿crees tú que la religión es como una montaña, y que hay muchos caminos para llegar a la cima? Es por eso que es tan difícil definirlo. ¿Quién puede definir una montaña? Su interior es negro, misterioso y pesado. Puedes ver la superficie y en ella varios senderos, todos los cuales conducen a la cima, desde diferentes lados y puntos de partida. ¡Qué estúpido es discutir sobre cuál de los caminos es el mejor, o qué lado es el correcto! Es lo mismo que ponerse a discutir sobre si la montaña está en el sol o en la sombra, si es fría o caliente. Es las dos cosas. Es todo. ¡Sería una mezquindad de nuestra parte decir que solamente nuestro camino es el verdadero! ¿Entiendes lo que trato de probar, Sócrates? No es orgullo, sino humildad. Sería orgullo negar esto, y pensar que tu camino es la verdad absoluta. (1)

 

¿PROBLEMAS CON ESTA FORMA DE PENSAR? Aunque la creencia de que hay muchos caminos que conducen a Dios pueda parecer una alternativa atrayente, hay contradicciones e imposibilidades que deberíamos tener en cuenta. A continuación estudiaremos solo algunas objeciones, que analizaremos separadamente:

 

-Tenemos que estar seguros de que todos los caminos realmente nos conducen hasta Dios

- Está en conflicto con la mayoría de las religiones

- Es hinduismo

- Está en conflicto con las palabras de Jesús

- No da la certeza de la salvación

 

Tenemos que estar seguros de que todos los caminos realmente nos conducen hasta Dios. En primer lugar deberíamos saber que si pensamos que todos los caminos conducen a Dios, es importante aclarar algo. Es necesario que estemos seguros de que todos los caminos realmente conducen hasta Dios. Tenemos que ver que todos son iguales y llevan al mismo destino.

   Una buena pregunta es ¿cómo alguien puede llegar a saber esto? ¿Cómo podemos estar seguros de que todos los caminos finalmente terminan en el mismo lugar, si todavía no hemos alcanzado la cima, y no sabemos cuál es la situación allí? ¿Acaso esa afirmación no está basada solamente en un prejuicio filosófico, que es difícil de probar porque no hay información cierta que la corrobore?

   El siguiente diálogo se refiere a lo difícil que es estar seguros, si no hemos estado en la cima.

 

Sócrates: ¿Cómo puedes saber que todos llegarán a la cima?

Sanna: ¿Cómo puedes saber que no?

Sócrates: No sé. Y no pretendo saberlo. Pero tú sostienes que todos acaban llegando allí. ¿Cómo puedes saberlo si no estás parado allí? 

Sanna: No, no estoy en la cima, no sostengo eso.

Sócrates: Obviamente estás sosteniendo otra cosa. Sostienes que todas las religiones tienen origen humano, que son más bien nuestros caminos hacia Dios, que caminos de Dios hacia nosotros. ¿Es eso lo que crees de las religiones, verdad?

Sanna: Sí.

Sócrates: ¿Cómo sabes eso? ¿Cómo sabes que no es lo contrario, como tu propia religión –de la Biblia- lo sostiene: que Dios busca más a la gente de lo que la gente busca a Dios?

Sanna: No lo sé, ¿y eso qué importa?

Sócrates: Si es la intervención de Dios y no la nuestra –ten en cuenta que no digo que sea ni que no sea- tendría sentido que haya un solo camino hecho por Dios. Si, por el otro lado, la religión viene del hombre, tendría sentido que haya muchos caminos, porque hay mucha gente, naciones y culturas. Y si la religión viene del hombre, tendría sentido que todas fuesen básicamente iguales, porque serían humanas, imperfectas combinaciones del bien y del mal. Si la religión proviene de Dios, tendría sentido que otras religiones, las religiones humanas, fuesen de un nivel inferior que la religión que viene de Dios, porque los seres humanos piensan en un nivel inferior al de los dioses. (2)

 

Está en conflicto con la mayoría de las religiones. La segunda observación a la afirmación que venimos analizando es cómo la aceptan los diferentes credos religiosos. ¿Si todas las religiones representan lo mismo, por qué son tan diferentes una de la otra? ¿Por qué enseñan diferentemente sobre las mismas cosas, como la cantidad de dioses y la forma de ser salvos, si tienen el mismo origen?

   Podemos ver afirmaciones opuestas o diferencias al menos en los siguientes temas. Esto también excluye uno al otro, y de ninguna manera pueden ser ciertas al mismo tiempo, aunque se diga que sí. Es como si  viésemos triángulos, círculos, cuadrados y otras formas y tratásemos de unificarlo todo en una figura. Es imposible e ilógico.

 

-La salvación puede ser por gracia (por los méritos de Jesús) o por medio de nuestras obras (creencia típica en las religiones), pero no puede ser de ambas maneras al mismo tiempo.

 

 -El budismo y el confusionismo dicen que no hay Dios (más tarde, en el budismo se consideró a Buda como una divinidad), pero el islam, por ejemplo, el judaísmo y el cristianismo enseñan que hay un Dios. Esos puntos de vista no pueden ser válidos al mismo tiempo. Si por otro lado no hay Dios, como sostienen por ejemplo los budistas, ¿cómo puede decirse que todos los caminos llevan al mismo Dios?

 

-Las creencias sobre la vida después de la muerte varían. El budismo y otras religiones creen en el cielo y en el infierno, mientras que los hindúes no creen que existan. Aquí hay una contradicción, y es imposible que existan y que no existan al mismo tiempo.

 

-La reencarnación (hinduismo, budismo) y la no reencarnación (islam, judaísmo, cristianismo, etc.) no pueden ser verdaderas al mismo tiempo.

 

Es parte del hinduismo. Aunque está claramente en conflicto con la mayoría de las religiones, porque enseñan diferentemente sobre temas fundamentales, hay una religión que puede aceptar este punto de vista: El Hinduismo.

   Esto realmente es así, porque los hindúes creen que todos los caminos son iguales (aunque realmente muchos hindúes ven a su religión como la única verdadera, y no aceptan otros caminos). Por lo tanto, alguien que cree que todos los caminos llevan a Dios, de hecho es un hindú, porque esa creencia es básica en esa religión. Por ejemplo, el Bhagavad gita (IV:11) lo dice bien claro:

 

“Oh Paartha, no importa cómo la gente llegue hasta mí, yo los recibiré; cualquiera fuere el camino que usen, también es mi camino.”

 

Está en conflicto con las palabras de Jesús. El cuarto problema para la idea de que todos los caminos llevan a Dios, es lo que Jesús dijo de sí mismo. Él dijo muy claramente que es el único camino a Dios, lo que excluye a todos los otros. Dijo también muchas otras cosas de sí mismo. ¿Cómo armonizar esto con la idea que estamos analizando?

   En general la gente no quiere pensar que Jesús haya mentido, pero si las siguientes palabras de Jesús no son verdad, tienen que ser mentira. Entonces también nosotros podemos decir que Jesús fue un mentiroso, si no creemos que las siguientes afirmaciones que él hizo fueron ciertas:

 

Jesús dijo que Él es el único camino a Dios:

 

-(Jn 14:5-6) Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo sabremos el camino? Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

 

Jesús dijo que creer en Él es fundamental:

 

-(Jn 8:23-25) Y les dijo: vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis. Entonces le dijeron: ¿tú quién eres? Entonces Jesús les dijo: Lo que desde un principio os he dicho.

 

Jesús dijo que vamos a recibir vida si nos volvemos hacia Él:

 

-(Jn 5:40) Y no queréis venir a mí para que tengáis vida.

 

Él dijo que es la puerta a la salvación y el buen Pastor:

 

 -(Jn 10:9-11) Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia. Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.

 

Jesús prometió dar descanso a las almas trabajadas y cargadas y dijo que Él es manso y humilde de corazón:

 

-(Mt 11:28-30) Venid a mí todos los que estáis trabajados y cansados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.

 

Jesús dijo que Él habló la verdad:

 

 -(Jn 8:45-46) Y a mí, porque digo la verdad, no me creéis. ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?

 

No da la certeza de la salvación. Si seguimos analizando la idea de que todos los caminos conducen a Dios, y que todos podríamos alcanzar Su aprobación si tratamos de llegar a la cima, encontramos todavía otro problema más: No podemos tener la seguridad de la salvación. Cuando tratamos de llegar a la cima no logramos ninguna certeza de nuestra salvación. Por ese medio es imposible recibirla, y nos quedaremos sin esa seguridad.

   Paul Little se refiere a esto. Él describe cómo los hindúes, budistas, y musulmanes no tiene la seguridad de la salvación. Pero eso también vale para la gente del mundo occidental, que ha crecido en una cultura cristiana:

 

Los musulmanes tampoco tienen la certeza de la salvación. Yo les he preguntado muchas veces a hindúes, musulmanes y budistas si es que iban a ir al Nirvana o al Paraíso después de morir. Nadie de ellos ha sido capaz de darme una respuesta definitiva. Más bien se han referido a las imperfecciones de esta vida, que son un impedimento para alcanzar esa meta. (3)

 

Pero, ¿por qué la gente no está segura? ¿Cuál es el motivo para no estar seguros, aunque estén tratando de llegar a la cima?

   Quizás la razón sea muy simple. Tal vez sea porque todos estos caminos, de los que se dice que son igualmente buenos y que conducen al mismo lugar, en realidad son el camino ancho, acerca del cual Jesús nos advirtió y que lleva a la destrucción. Es bueno tener esto en cuenta, porque esa gente no tiene certeza, y también porque Jesús dijo que Él es el único camino a Dios (Jn 14:6). Esto es lo que Jesús dijo del camino ancho:  

 

- (Mt 7:13-14) Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los la hallan.

 

La otra cosa importante a tener en cuenta si hacemos un camino hacia Dios pero no tenemos la certeza de ser salvos, es que en el Nuevo Testamento se nos muestra la salvación como un regalo que se nos da completamente gratis, algo que ya nos ha sido dado por medio de Jesucristo. Los siguientes textos bíblicos nos muestran que la salvación no requiere ningún esfuerzo de nuestra parte; puede ser recibida inmediatamente como un regalo de Dios. En realidad ese es el único modo de ser salvos:

 

- (Jn 1:17) Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.

 

- (Ef 2:8-9) Porque por gracia sois salvos, por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.

 

- (Ro 3:24) Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús.

 

- (Ap 21:6) Y me dijo: Hecho está. Yo soy el alfa y la omega, el principio y el fin, al que tuviere sed yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida.

 

- (Ap 22:17) Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed vengay el quiera tome del agua de la vida gratuitamente.

 

La siguiente conversación también se refiere a esto. Se trata de una conversación en la que aparece el típico pensamiento que nosotros tenemos que hacer muchos esfuerzos para recibir la vida eterna. La gente puede pensar que se necesitan incluso siglos de esfuerzos –a través de reencarnaciones- en lugar de recibir la vida eterna inmediatamente, como un regalo. Y tú, ¿piensas igual que la persona del siguiente ejemplo, sin saber que también tú puedes recibir la vida eterna ahora mismo, como un regalo de Dios?  

 

“Cuando hube acabado, el viejo monje me miró, parpadeó y dijo: -Si, vuestra doctrina es grandiosa y suena muy bien, pero no puede ser verdad. Es muy fácil para ser cierto. Alcanzar la vida eterna no es tan simple como tan solo creer en Jesús, porque la vida eterna no se puede obtener a lo largo de una sola vida. Requiere el trabajo de siglos. Debes nacer y morir y nacer de nuevo para hacer buenas obras, y entonces, luego de siglos, cuando hayas hecho suficientes obras buenas, puedes tener vida eterna. Tu doctrina es maravillosa y da gusto oírla, pero es muy fácil para ser verdad.

   Si yo le hubiese dicho al monje que él debería orar muchas veces ciertas oraciones, ayunar, y hacer buenas obras, él seguramente habría estado de acuerdo y hecho esas cosas. Pero ante el Evangelio que le decía: “Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo, y tendrás vida eterna” respondió: eso es demasiado fácil.” (4)

 

EL CAMINO A LA VIDA NUEVA

 

-(2 Co 6:11-13) Nuestra boca se ha abierto a vosotros, oh corintios; nuestro corazón se ha ensanchado. No estáis estrechos en nosotros, pero sí sois estrechos en vuestro propio corazón. Pues, para corresponder del mismo modo (como a hijos hablo) ensanchaos también vosotros.

 

Previamente habíamos visto que en definitiva no hay más que un camino hacia la cima de la montaña, es decir Jesucristo. Él ya ha preparado el camino para nosotros y se nos ha aproximado, y ahora sólo espera que le permitamos entrar en nuestras vidas, como lo indican los siguientes versículos bíblicos:

 

- (Ap 3:20) He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.

 

Por cierto, ahora que Jesús ya se ha acercado a ti y quiere que tú lo conozcas, una buena pregunta es ¿cuál es tu actitud hacia Él? La Nueva Era habla mucho de tolerancia, liberación de prejuicios, y de gente con mente abierta, y tú ¿quieres ser así, y aceptar a Jesús como tu Salvador, y comprender que Él es el único camino hacia Dios? ¿Estás listo para volverte a Él? Si ni siquiera consideras esa posibilidad, quizás no eres tan tolerante como piensas.

   Si quieres aceptar a Jesucristo como tu Señor y Salvador y ser salvo, es posible para ti. Tú puedes ser salvo. Los siguientes puntos tratan sobre eso:

 

1. Vuélvete a Jesucristo y dale tu vida a Él.

 

La primera fase para ser salvo es volverse a Jesucristo. Puedes decirle a Él que eres un pecador que necesita ser salvo y que quieres que en tu vida se cumpla el plan de Dios. No tienes que tratar primero de ser mejor: ve a Él tal como eres, con todas tus faltas.

 

2. Recibe

 

Como la vida eterna está solo en Jesucristo, es natural que tú le pidas a Él que venga a tu vida. Puedes decir simplemente: “Señor Jesús, ven a mi vida.” Él inmediatamente te salvará. Si haces esto, entonces – de acuerdo a las Escrituras - eres un hijo de Dios y tienes vida eterna. Tienes vida eterna sin importar cómo te sientas en ese momento. No bases la seguridad de salvación en tus siempre cambiantes sentimientos. Deposita tu confianza en las palabras de la Biblia y en Jesucristo, así como el ancla de un barco siempre se arroja fuera del barco, nunca dentro.

 

- (Jn 1:12) Mas a todos los que le recibieron, a quienes creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.

 

- (1 Jn 5:11-13) Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su HijoEl que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida. Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios para que sepáis que tenéis vida eterna; y esta vida está en el Hijo.

                                                             

LA ORACIÓN DE SALVACIÓN: Señor Jesús, vengo a ti. Confieso que he pecado contra ti, que no he vivido de acuerdo con tu voluntad. Pero quiero apartarme de mis pecados y seguirte a ti con todo mi corazón. Creo que mis pecados han sido perdonados por tu sacrificio en la cruz y que he recibido vida eterna por medio de ti. Te agradezco por la salvación que me has dado. Amén.

 

 

 

 

REFERENCIAS:

1. Peter Kreeft, Sócrates & Jesús, p. 62

2. Idem, pág. 62, 63

3. Paul LittleKNOW WHY YOU BELIEVE,  p. 129

4. Toivo Koskikallio, Kullattu Buddha, pág. 208,209

 

 

 

 

 

 

 

 

Jesús es el camino, y la verdad, y la vida (Jn 14:6)

 

 

  

 

Echa mano de la vida eterna
(1 Ti 6:12)