Página principal
Textos de Jari Iivanainen
LIBÉRATE DE TU PASADO!





Echa mano de la vida eterna
(1 Ti 6:12)
















Jesús es el camino, y la verdad, y la vida (Jn 14:6)






 

CAPÍTULO 6 -

Libertad en Cristo

 

 

 

En los capítulos previos hablamos sobre el espíritu angustiado (Is 61:3) que muchas personas tienen como resultado de experiencias del pasado. Pueden cargar en su interior eventos sucedidos hace muchos años, de los que no han podido librarse. Pueden haber sido abusos sexuales, rechazo afectivo, violencia física, rechazo de los padres antes de nacer, una experiencia traumática en el nacimiento, un grave accidente, o haber estado en una guerra. Es posible que esas cosas todavía  sean recuerdos muy pesados y afecten sus vidas cotidianas, causando a menudo pesadillas y produciendo temores sin razones aparentes.

   (Tener mucho miedo a las alturas, perros, ascensores, etc. también puede provenir de experiencias pasadas. En su libro The Broken Image, Leanne Payne describe un hombre cuyo miedo a los espacios abiertos surgió de una experiencia traumática al nacer, cuando él casi murió sofocado, y sufrió mucho dolor físico. Mediante la oración se pudo libar de eso.)

    De manera similar, las personas esquizofrénicas o mentalmente enfermas pertenecen a la misma categoría. Muchos han sufrido gran cantidad de experiencias desagradables y tienen roto el corazón. (Is 61:1).

   Cuando las personas han tenido graves experiencias como esas en el pasado, eso es motivo para orar por cada una de ellas individualmente, o sea, de ponerse  uno mismo y ponerlas a ellas en las manos de Dios. Si tienes malos recuerdos y pesadillas molestándote, orar así puede ser muy necesario. El siguiente pasaje describe cómo los malos recuerdos pueden tirarnos abajo. Quizás hayas pasado por una situación similar:

 

Muy a menudo, al conversar con personas que han sido profundamente heridas y que están llenas de odio y dolor, me miraban fríamente, sin emoción en sus rostros. Pero todo eso cambiaba cuando yo seguía interesándome en el tema y preguntaba: “¿Cuál es tu peor recuerdo? ¿qué es lo que ronda constantemente tu mente y te produce dolor?” Al principio titubeaban un poco, luego  generalmente se les humedecían los ojos, enseguida rodaban lágrimas por sus mejillas, y pronto -incluso hombres fuertes y robustos- temblaban de pena y de rabia. (18)

 

Darle tu vida a Dios y perdonar. Siempre el primer paso para ser libre es rendirse ante Dios, recibir el perdón y darle la vida a Jesús. Podemos pedirle a Jesús que venga a nuestros corazones (Juan 1:12) y entregarle nuestra vida a Él. Puedes orar por salvación de la siguiente manera:

 

Señor Jesús, vengo a ti. Te confieso que he pecado contra ti y no he vivido de acuerdo a tu voluntad. Sin embargo, quiero apartarme de mis pecados y seguirte con todo mi corazón. También creo que mi pecado fue pagado por medio de tu obra redentora y yo he recibido vida eterna a través tuyo. Te doy gracias por la salvación que me has dado. Amén.

 

Cuando nos rendimos y entregamos nuestras vidas a Dios, y queremos seguir su voluntad, podemos pensar en aquellas personas a las que todavía no hemos  perdonado. Ya hemos hablado de ello en los capítulos previos, pero si no lo has hecho aún, puedes hacerlo ahora. Dar ese paso es importante, porque si no lo hacemos, o si no queremos entregarle nuestra vida a Dios, ¿cómo podemos esperar que Dios nos ayude? Una actitud equivocada fácilmente puede impedir que llegue la ayuda. Por eso deberías confesar a Dios la amargura que sientes hacia otras personas. Cuando hagas esa confesión, serás limpiado mediante el sacrificio de Jesús:

 

- (1 Jn 1:9) Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.

 

Rompiendo ataduras

 

- (Stg 4:7) Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.

 

Después de confesar tus pecados (como odio a ti mismo, auto-compasión, pensamientos suicidas, u otros similares),  y perdonar a los otros, puedes deshacerte de toda depresión, inquietud, temor, amargura, odio a ti mismo y a otros, y fuerzas similares, ordenándoles que se vayan en el nombre de Jesucristo.

   Si sabes que tienes lazos erróneos y sentimientos de culpa, quizás concernientes a tus padres, puedes deshacerte de esas adicciones en el nombre de Jesús, como si cortaras las ataduras con una tijera invisible. Cada uno de nosotros puede pensar en áreas de su vida en las que tiene esos lazos y ataduras con otras personas. Esas ataduras se pueden romper -por ejemplo- de la siguiente manera:

 

“En el nombre de Jesucristo, ordeno a todas las fuerzas que causan confusión, miedo, amargura, odio a mí mismo, sexo inmoral, … etc., que se vayan y se alejen de mi alrededor.  Ustedes ya no tienes ningún derecho de atormentarme, porque he confesado mis pecados en esas áreas y ahora  Jesucristo es mi Señor.”

 

“Yo también me aparto a mí mismo de toda atadura que haya causado dependencias erróneas y falsas culpas entre mí y (quien quiera que fuese). Rompo esas ataduras en el nombre de Jesucristo.”

 

Entregarle las cosas a Dios. Cuando fuere que viniesen a nuestra mente recuerdos dolorosos del pasado, no es  necesario que pensemos en ellos y los carguemos nosotros mismos; podemos entregarlos a Jesús. Él dijo que podemos venir a Él y darle nuestras cargas, y que Él nos hará descansar. Podemos encontrar paz en Él:

 

- (1 Pedro 5:7) Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.

 

- (Mt 11:28) Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.

 

- (Jn 14:27) La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.

 

- (Sal 147:3) El sana a los quebrantados de corazón, Y venda sus heridas.

 

Jesús - quien sanó a personas físicamente enfermas- también vino a curar corazones rotos, a consolar a todos los enlutados, a ungir con aceite de alegría en lugar de lamento, dar manto de alegría en lugar de espíritu angustiado. Así que tienes que sacudir de tu cabeza los malos recuerdos. Puedes esperar que Jesús haga eso en ti. Confía y verás Su milagro en tu vida.

 

- (Is 61:1-3, compare Lc 4:17-21) El Espíritu de Jehová el SEÑOR está sobre mí, porque me ungió JEHOVÁ; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel;

2 a proclamar el año de la buena voluntad de JEHOVÁ, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados;

3 a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.

 

- (He 2:18) Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.

 

- (Jn 8:36) Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.

 

Curación por medio de la expiación de Jesús. La razón por la cual podemos ser librados de nuestros recuerdos traumáticos (paz), es la obra redentora de Jesús: Él no sólo murió para lograr que nuestros pecados fueran definitivamente perdonados, sino también para darnos paz y restaurar la salud de nuestros cuerpos. Nuestra liberación se llevó a cabo y nuestras heridas fueron sanadas hace 2.000 años -no necesitamos hacer nada para merecerlo.

Al dar gracias a Jesús por habernos redimido, también podemos darle gracias por haber tomado nuestros malos recuerdos y enfermedades sobre sí mismo. Él fue castigado para que nosotros pudiésemos ser libres de eso.

Dale gracias a Dios por esto, aunque todavía no sientas nada. Es una cuestión de fe, no de emociones; se trata de creer y confiar en lo que la Biblia dice sobre Jesús y sobre lo que Él ha hecho para ti:

 

- (Is 53:4-6,10)  Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.

5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.

6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas JEHOVÁ cargó en él el pecado de todos nosotros.

10 Con todo eso, JEHOVÁ quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.

 

Proceso

 

- (Fil 1:6) estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.

 

Al ser librados del pasado, a menudo las oraciones pueden producir rápidos cambios. Sin embargo, la curación también puede ser un proceso a largo plazo, igual que con nuestra transformación personal. Generalmente, si sentimos que nuestra vida emocional está siendo sanada, también experimentamos el poder transformador de Dios en nuestras vidas -lo uno va junto a lo otro.

   Dios puede utilizar las reacciones positivas de otros como una herramienta. Si estamos esperando rechazo y en lugar de eso recibimos aceptación, ciertamente favorecerá la curación de nuestra vida emocional. Los siguientes ejemplos ilustran el impacto de las reacciones positivas de los demás:

 

Paul Tournier: Estoy convencido de que nueve de cada diez personas que acuden al psiquiatra, ni siquiera necesitan de un psiquiatra. Necesitan alguien que los ame con el amor de Cristo (…) y estarán mejor. (19)

 

Cierto grupo de estudiantes fue de gran ayuda para el crecimiento interior de Erik. El grupo estaba compuesto por estudiantes de diferentes áreas y se reunían casi diariamente en el café de la universidad. Había chicas y muchachos en este grupo. En el presupuesto de Erik, el café y las media lunas  eran tenidos por lujos innecesarios, pero tampoco podía resistir siempre la tentación de estar en buena compañía. El grupo tenía su propia mesa en el café de la universidad. Ahí pasaban largos ratos fuera de las horas de estudio, contaban chistes, conversaban sobre todo tipo de cosas, llegando a veces a discutir acaloradamente sobre algún tema conflictivo. La tensión entre los géneros sexuales dejó su marca durante ese tiempo en común; era un grupo en el que se llevaban bien con el otro sexo.   

   - Este grupo redujo mis inhibiciones. Fue un alivio ver que fui aceptado, siendo que al principio me pareció que no encajaba en ese grupo. Quizás por primera vez en mi vida no tuve que estar ausente mentalmente, sino que formaba parte del grupo. Experimenté lo mismo que les pasa a muchos que hacen terapia de grupo: con  la ayuda de otros comienzas a verte a ti mismo con un enfoque diferente, a descubrir nuevas facetas de ti mismo. (20)

 

Otras áreas en liberación. A veces podemos ser impulsados por otras experiencias negativas además del rechazo. Si hemos practicado cosas como el espiritismo (vea Dt 18:10-12), escritura automática, clarividencia, adivinación de la fortuna, astrología, hipnosis, curación espiritual, yoga, meditación trascendental, o participado en ciertos movimientos no cristianos, existen buenas razones para confesar estos pecados a Dios, apartarnos de ellos y destruir todo objeto relacionado con ellos (Hch 19:17-19). Además, si sabes que dentro de tu familia se han hecho estas cosas, es posible que estés atado por ellas, o preocupado por lo que los miembros de la familia han hecho. Si ese es el caso, también puedes traer estas cosas ante Dios, y cortar toda relación con ellas. Puedes disociarte de esas cosas de la siguiente manera:

 

“Señor, Padre, perdóname por haber participado en el espiritismo (el juego de la copa, o...). Gracias por perdonarme y limpiarme de todas las cosas malas por medio de la sangre de Jesús, tu Hijo. Te pido también que rompas todas mis conexiones malas con el mundo espiritual -quita toda entidad espiritual que no sea tuya- Te pido estas cosas en el nombre de Jesucristo. Amén.” 

   “Satanás y todos los demonios, yo he confesado a Dios que he practicado el espiritismo (o...). Ahora ya no tienes ningún derecho condenatorio sobre mí, porque Dios me perdonó esas prácticas y creencias por medio de la sangre de Jesús. Por eso: Te ordeno en el nombre de Jesús que abandones mi espíritu, te vayas de mi entorno físico y no vuelvas nunca más!”

   “También me aparto de todo pecado cometido por mis antepasados y parientes, tales como … (nombra cualquier actividad que sepas). Entrego mi vida a Jesucristo, quien ahora es mi Señor y Salvador. Ordeno a toda fuerza maligna y enemiga de Dios que han estado tratando de arruinarme por medio de mi familia, que abandone mi vida inmediatamente, en el nombre de Jesucristo!”

 

 

 

REFERENCIAS:

 

1. Donald Bubna: Rohkaisun voima (ENCOURAGING PEOPLE), pág.24.

2. Leanne Payne: Kuunteleva rukous (LISTENING PRAYER), pág.108

3. David A. Seamands: Kristitty ja tunteet (HEALING FOR DAMAGED EMOTIONS), pág.41

4. Sven Reichmann: Vapauteen kutsutut (KALLAD TILL FRIHET), pág.113

5. Mauri Viksten: Ahdistuksesta avaralle

6. Sven Reichmann: Vapauteen kutsutut (KALLAD TILL FRIHET), págs.64,69

7. Olli Valtonen: Tänään Kalevi Lehtinen, págs.75, 76

8. Eeva Riihonen: Syömishäiriöitä, págs.115, 130, 132, 133

9. David Wilkerson: Itsemurha, lopullinen ratkaisu? (SUICIDE), pág.80

10. David A. Seamands: Kasva aikuiseksi (PUTTING AWAY CHILDLISH THINGS), pág.102

11. Nicky Cruz: Juoksu jatkuu (WHERE WERE YOU WHEN I WAS HURTING), pág.32

12. Neil T. Anderson: Vapauttava totuus (REALIZING THE POWER OF YOUR IDENTITY IN CHRIST), págs.181-184

13. Veikko Lähde: Kestääkö perustus?, pág.46

14. Merlin Carothers: Taivasta maan päälle (BRINGING HEAVEN INTO HELL), pág.32

15. Sven Reichmann: Vapauteen kutsutut (KALLAD TILL FRIHET), pág.115

16. Atle Roness: Uskalla olla oma itsesi (VÅG Å VAERE DEG SELV), pág.17

17. Hal Lindsey: Maaplaneetan vapautus (THE LIBERATION OF PLANET EARTH), pág. 206

18. David A. Seamands: Kristitty ja tunteet (HEALING FOR DAMAGED EMOTIONS), pág. 60

19. James Bryan Smith: Rakkauden varassa (EMBRACING THE LOVE OF GOD), pág.178

20. Saara Karppinen: Kasvun tie, Erik Ewalds, pág.68

 

 

 

 

 

 

Jari Iivanainen

 

 




shopify analytics ecommerce