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Textos de Jari Iivanainen
Los testigos de Jehová a la luz de la Biblia






Echa mano de la vida eterna
(1 Ti 6:12)
















Jesús es el camino, y la verdad, y la vida (Jn 14:6)






 

Capítulo 3 -

La resurrección de Jesús

 

En cuanto a la resurrección de Jesús, la Asociación Atalaya enseña que Él no resucitó de los muertos físicamente, y que su cuerpo no subió al cielo. En cambio, la Asociación enseña que Él solamente resucitó como un espíritu invisible. No tenía cuerpo humano o glorificado:

Nosotros sostenemos que eso de que Cristo se levantó físicamente de la muerte es una mentira. El cuerpo humano de nuestro Señor fue sacado de la tumba de alguna forma sobrenatural, y no sabemos lo que le sucedió. Nadie sabe si se evaporó como un gas o está preservado en algún lugar. (…) Se mostrará a las personas en el reino milenial. (Raamatuntutkielmia, parte 2, pág.131 y Jumalan harppu, pág. 163)

Y cuando la nube cubrió a Jesús, Él se despojó del cuerpo que había creado para este propósito detrás de la nube, y ahora Él es un espíritu, y por ende, invisible. (Totuus tekee teidät vapaaksi, p. 297)

Pero, ¿que nos enseña la Biblia? Si examinamos la Biblia encontraremos claras afirmaciones hechas por testigos que Jesús resucitó de la muerte físicamente y recibió un cuerpo glorificado y celestial. Esto también puede ser visto de los siguientes ejemplos:

Versículos que hablan sobre la resurrección del cuerpo. En primer lugar, deberíamos notar que diversos versículos indican que Jesús resucitó físicamente. Él recibió un cuerpo nuevo, glorificado y celestial, en el cual asimismo fue al cielo:

- (Juan 20:19-20) Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros.

20 Y cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor.

- (Lucas 24:36-43) Mientras ellos aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a vosotros.

37 Entonces, espantados y atemorizados, pensaban que veían espíritu.

38 Pero él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón estos pensamientos?

39 Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo.

40 Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies.

41 Y como todavía ellos, de gozo, no lo creían, y estaban maravillados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer?

42 Entonces le dieron parte de un pez asado, y un panal de miel.

43 Y él lo tomó, y comió delante de ellos.

- (1 Co 15:20,35,40,44) Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.

35 Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán?

40. Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; pero una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrenales.

44. Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual.

- (Fil 3:20-21) Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;

21 el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.

La tumba vacía. Una prueba que sirve de evidencia para sostener la resurrección física de Jesús, es la tumba vacía. Eso prueba que su cuerpo -y no sólo su espíritu- abandonó realmente la tumba:

- (Mt 28:1,6) Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro.

No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor.

(Lucas 24:2,3,6,12) Y hallaron removida la piedra del sepulcro;

3 y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús.

6 No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea,

12 Pero levantándose Pedro, corrió al sepulcro; y cuando miró dentro, vio los lienzos solos, y se fue a casa maravillándose de lo que había sucedido.

Los discípulos lo vieron. Los discípulos vieron a Jesús resucitado yendo al cielo, lo cual prueba que Él no sólo era un espíritu. Él también tenía un cuerpo glorificado:

- (Hch 1:9-11) Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos.

10 Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas,

11 los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.

 




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