Capítulo 8 -
La Gran Multitud - ¿podrá ir al cielo?
En los capítulos previos hemos hablado del grupo de los 144.000 ungidos. De
acuerdo a las enseñanzas de la Asociación de los Testigos de Jehová, la
salvación está reservada para el grupo de los 144.000. Ellos pertenecen a la
congregación de Dios y al cuerpo de Cristo, y ellos son los que tienen acceso al
cielo.
La Asociación de los Testigos de Jehová también enseña que, además, existe otro
grupo: la Gran Multitud: personas que son tenidas por devotas a Dios pero que
nunca han renacido espiritualmente, nunca llegaron a ser miembros del cuerpo de
Cristo ni de la congregación de Dios. En cambio, este grupo tiene solamente una
esperanza terrenal. Ellos tienen en primer lugar la posibilidad de estar en el
milenio, y solamente si pasan el test final, podrán entrar al eterno reino
terrenal, el paraíso en la tierra. Estás personas consideran al milenio en
primer lugar para alcanzar la vida eterna:
Así, las personas de “la Gran Multitud” no esperan ir al cielo ni siquiera
después de haber sido salvadas de “la gran tribulación”. Los que integran la
“Gran Multitud” solamente deben esperar ser pastoreados por el Cordero de Dios
aquí en la tierra después de “la gran tribulación,” y Él los guiará a la vida
eterna que gozarán en el paraíso en la tierra. (Jumalan ikuinen tarkoitus nyt
saamassa voiton ihmisen hyödyksi [God’s
”Eternal Purpose” Now Triumphing for Man’s Good], pág. 182)
Aquellas 144.000 personas son las que murieron en la tierra y resucitaron a la
vida celestial como criaturas espirituales, tal como Jesús resucitó. (Romanos
6:5). Al compararlos con los billones que viven en la tierra, ellas representan
una manada muy pequeña.
Pero no es necesario pertenecer a este grupo celestial de 144.000 para ser
librado de las congojas de esta vida. Dios también ama a sus “otras ovejas”
terrenales. Él promete hacer un paraíso en esta tierra, donde no habrá pena ni
tristeza. Los hechos indican que en los recientes años Dios ha guiado a las
personas principalmente a esa esperanza de vida terrenal. (Totuus joka johtaa
ikuiseen elämään [The Truth That Leads to Eternal Life], pág. 78,81)
El día del Juicio (= día del Juicio de mil años) no le da a la humanidad la así
llamada “segunda oportunidad”. En cambio, le da la primera chance real de vivir
para siempre una vida en estado de perfección humana y absoluta inocencia en un
paraíso terrenal. El día del Juicio le da a la humanidad esta posibilidad de
estar sin pecado, por la perfecta ofrenda de Cristo, y resucitar en la plena
'gloria de Dios' que no pueden alcanzar. (…) El día del Juicio les permitirá
demostrar que sus corazones tienen la sincera esperanza de ser librados, de
librarse permanentemente del pecado. (Jumalan tuhatvuotinen valtakunta on
tullut lähelle, pág. 129).
¿QUÉ DICE LA BIBLIA?
Si vamos a la Biblia y tenemos en cuenta lo que ella dice sobre los tiempos del
fin, podemos ver claramente que las enseñanzas de la Asociación Atalaya no están
basadas en la verdad bíblica.
En primer lugar, cuando la Asociación de los Testigos de Jehová enseña que la
Gran Multitud no puede ir al cielo sino que solamente tienen una esperanza
terrenal, vemos que eso no es cierto. Los versículos de Apocalipsis 7:9 y 4:2
nos enseñan que la Gran Multitud está en los cielos con Dios, allí donde está Su
trono:
- (Ap 7:9) Después
de esto miré, y he aquí una
gran multitud,
la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban
delante del trono y
en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las
manos.
- (Ap 4:2) Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un
trono establecido en el cielo,
y en el trono, uno sentado.
También hay otro versículo que indica que esta multitud de personas entra al
cielo enseguida después de la gran tribulación en la tierra. Esto significa que
las personas de la Gran Multitud pueden ir
al cielo, no sólo los 144.000 escogidos, como enseña la Asociación Atalaya:
- (Ap 7:9,13-15) Después de esto miré, y he aquí una
gran multitud,
la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que
estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos
de ropas blancas,
y con palmas en las manos.
13 Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos
que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido?
14 Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos
son los que han salido de la gran tribulación,
y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.
15 Por
esto están delante del trono de Dios,
y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el trono
extenderá su tabernáculo sobre ellos.
Con respecto a obtener la aprobación de Dios después de esta vida en el milenio,
la Biblia dice que tenemos la posibilidad de ser salvos solamente durante esta
vida. Después de esta vida viene el juicio (que ciertamente no dura mil años) no
una nueva posibilidad de ser salvos:
- (He 9:27) Y de la manera que está establecido para los hombres que
mueran una sola vez, y después de esto el juicio.
