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Reencarnación







Echa mano de la vida eterna
(1 Ti 6:12)
















Jesús es el camino, y la verdad, y la vida (Jn 14:6)






 

CAPÍTULO 3 -

¿Reencarnación o vida eterna?

 

 

 

¿ENSEñA LA BIBLIA SOBRE LA REENCARNACIÓN? Si has leído libros sobre la reencarnación, es posible que te hayas encontrado con la idea de que la Biblia también enseña sobre la reencarnación, o que en cierto momento fue quitada de la Biblia, posiblemente en el año 553 durante el concilio de Constantinopla.

   Pero, ¿es eso verdad, o no? La analizaremos a la luz de la siguiente información:

 

Concilio de Constantinopla año 553. En primer lugar, la idea de que la doctrina de la reencarnación fue borrada de la Biblia por el Concilio de Constantinopla en el año 553 no es verdad. En realidad, allí no se trató el tema de la reencarnación; consideraron la existencia previa del alma de acuerdo a las representaciones de Orígenes. En este concilio se rechazó esa idea.

   Entonces, la reencarnación no fue quitada de la Biblia, porque nunca estuvo allí. Además, Origen en persona rechazó la doctrina de la reencarnación, igual como ya se había rechazado la reencarnación antes que él en varias resoluciones de la iglesia. En su comentario del Evangelio de Mateo, él comenta sobre la relación entre Juan el Bautista y el profeta Elías (por favor, ver un par de párrafos más abajo), pero dice que eso no tiene nada que ver con la reencarnación, “la cual es una doctrina extraña para la iglesia de Dios y no viene de los apóstoles ni aparece en ningún lugar en la Biblia.”

 

Hallazgos de manuscritos. La suposición de que la reencarnación fue quitada de la Biblia en el concilio de Constantinopla en el 553 tampoco tiene fundamento, porque los manuscritos de la Biblia que son anteriores a esa fecha no demuestran que la Biblia hubiera sido cambiada.

   Con respecto a los manuscritos, entre los años 100 y 400 D.C. fueron encontrados más de 24.000 en griego y otras versiones antiguas. Este número es inmenso si pensamos en la cantidad de manuscritos antiguos de la Ilíada, la segunda obra literaria con más manuscritos antiguos, y que tiene solamente 643 documentos preservados. La diferencia es casi 40 veces más.

   Por el contrario, estos manuscritos demuestran que la Biblia ha sido preservada en su forma actual, un hecho que no respalda la reencarnación.

   Cabe destacar que muchos versículos del Nuevo Testamento pueden ser reconstruidos de extractos que fueron preservados por concilios de la iglesia abarcando 300 años desde la muerte de Jesús. De acuerdo con una investigación realizada por el Museo Británico, existen aproximadamente 89.000 párrafos sacados del Nuevo Testamento incorporados en los escritos de la iglesia primitiva. La figura es digna de atención, como el reflejo de la importancia del Nuevo Testamento durante los primeros años de la iglesia. Estas citas también indican que el Nuevo Testamento ha sido preservado en su forma actual, y el mismo no respalda la reencarnación.

 

Juan el bautista y Elías. Algo que muchos místicos orientales y miembros del movimiento de la Nueva Era citan a menudo son las palabras de Jesús diciendo que Juan el Bautista era Elías (Mateo 11:11-14 y Marcos 9:11-13). Piensan que esto es un respaldo o evidencia de la reencarnación.

   Sin embargo, Lucas 1:17 indica que Juan el Bautista andaría delante del Señor, en el espíritu y poder de Elías. En otras palabras, tendría el mismo ungimiento del Espíritu Santo como Elías, su predecesor en el Antiguo Testamento, pero él era completamente otra persona.

   Además, la prueba más clara de que Juan el Bautista no era Elías son sus propias palabras negándolo. Ciertamente, Juan sabía mejor que nadie quién era él, porque dijo:

 

- (Juan 1:21) Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió: No.

 

Morir solo una vez. Si miramos las enseñanzas generales de la Biblia, vemos que tampoco apoyan la reencarnación. Es posible hallar decenas o realmente cientos de versículos referidos al hecho que podemos ser salvos solamente por gracia por medio de Jesús, y que podemos recibir perdón de nuestros pecados ahora, inmediatamente. (Ef 2:8-9 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.) Esto claramente contradice la doctrina de la reencarnación, según la cual la gente trata de salvarse a sí misma poco a poco a lo largo de muchas vidas y mediante el desarrollo gradual.

   También es significativo que al referirse a la posibilidad de que la vida continúe después de la muerte, la Biblia no enseña que reencarnamos en un nuevo cuerpo, sino que hemos de enfrentar el juicio de Dios, la condenación eterna o la entrada al cielo. Esto excluye completamente la doctrina de la reencarnación. Luego de la muerte enfrentamos el juicio, una vez.

 

- (He 9:27) Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio.

 

- (2 Co 5:10) Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.

 

¿EN QUÉ SE PARECEN LA VISIÓN ORIENTAL Y LA VISIÓN BÍBLICA? Cabe destacar que en las visiones orientales y bíblicas hay muchas similitudes en el área de nuestra responsabilidad. En los países occidentales la gente critica la condenación, pero en la visión oriental precisamente incluye esta noción, y enseña que somos responsables de nuestras acciones. Aparece en los siguientes pasajes:

 

Siembra y cosecha. Si comenzamos viendo qué importancia se le da en las religiones orientales a nuestra responsabilidad, la doctrina de la reencarnación y del karma incluyen nuestra obligación de hacer el bien y el pago por nuestros malos actos. A pesar de que algunas personas comúnmente niegan el concepto de que enfrentaremos juicio y condenación, la doctrina original de la reencarnación incluye precisamente la misma premisa de que cosechamos lo que hemos sembrado y pagamos por el mal que hemos hecho.

   Este principio de sembrar y cosechar está claramente mencionado en el libro Kuolemaa ei ole de Rauni-Leena Luukanen, donde la supuesta “abuela” del autor hace de intermediaria de un mensaje del más allá por medio de la escritura automática.  Esta cita (pág. 186) se refiere al principio de que somos responsables por nuestras acciones y cosecharemos lo que hemos sembrado:

 

Una enseñanza importante es esta: Uno cosecha lo que siembra. Somos responsables de todo lo que hemos hecho. (…) La gente generalmente no entiende la importancia de la ley del karma.

 

La enseñanza del Nuevo Testamento es muy similar: cosecharemos lo que hemos sembrado; el juicio se hará en base a nuestras acciones, como lo reflejan los siguientes versículos: 

 

- (Gá 6:7) ... todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.

 

- (Col 3:25) Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas.

 

- (Ap 20:12-15) Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.

13 Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras.

14 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.

15 Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.

 

La visión sobre la condenación. En cuanto a nuestra responsabilidad y la necesidad de que los malhechores sean castigados, deberíamos notar que las referencias al juicio no están restringidas al pasaje arriba mencionado y a los libros sobre reencarnación. Esta visión es común en el mundo; muchas religiones están parcialmente fundamentadas sobre el reconocimiento del infierno y de las malas consecuencias que vendrán de nuestras malas acciones. Por ejemplo, el islam y el judaísmo en general creen en el infierno, pero el budismo también tiene una idea de éste. La siguiente cita habla sobre eso:

 

Mis estudiantes generalmente tienen la opinión de que solamente la gente buena puede ir al Paraíso, y las personas malas tienen que ir al infierno. El budismo japonés enseña la existencia de sendos “lugares”, y no tienen miedo de usar la palabra “infierno” en el lenguaje religioso local. Yo trato de que los niños vean que son ellos mismos los que han hecho cosas malas.” (6)

 

Eternidad. La tercera cosa digna de mencionar es que cuando se trata de nuestra responsabilidad y del juicio eterno, la doctrina oriental de la reencarnación – en la que creen, por ejemplo, muchos miembros del movimiento de la Nueva Era - puede conducir a resultados muy similares.

   Porque si un criminal (una persona como Hitler, por ejemplo) continúa con sus crímenes y no cambia la dirección de su vida, él tiene que pagar por eso continuamente en su próxima vida debido a la ley del karma. También el castigo para los malhechores en cierto sentido es eterno si ellos no cambian sus vidas – esto al menos es posible en la doctrina de la reencarnación, y por ello este punto de vista, en principio, difiere en cierto sentido de la condenación eterna mencionada en la Biblia.

   Además, la visión de la eternidad y el juicio también aparece en la religión popular china. Ellos creen que el castigo para determinadas personas, especialmente los asesinos, es eterno. Ellos ni siquiera tienen la posibilidad de reencarnar, como nos lo dice la siguiente cita:

 

La religión popular china incluye una idea de reencarnación. (…) El asesino nunca nacerá de nuevo sobre la tierra. Sufrirá su castigo eternamente. En cambio, si un hombre ha sido una persona extremadamente buena en su vida previa, se librará del círculo de la reencarnación y se mudará a los cielos occidentales donde se convertirá en Buda. (7)

 

¡EL JUICIO HA SIDO QUITADO! En cuanto a la enseñanza de la biblia con respecto a si vamos a enfrentar el juicio por nuestras obras, la buena noticia es que podemos ser completamente libres del juicio y de la condenación por medio de Cristo. Esto es así porque Cristo no vino al mundo a condenar a la gente, sino para salvarla. Él vino para salvar a las personas, de modo que todos puedan relacionarse amistosamente con Dios y no tengan que ir al infierno.  Los siguientes versículos bíblicos se refieren a este importante asunto:

 

- (Juan 3:17) Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.

 

- (Juan 12:47) Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.

 

- (Juan 5:24) De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.

 

- (Ro 8:1) Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

 

Así, la mejor que puedes hacer es volverte a Jesucristo, por medio de quien se ha quitado el juicio. Solamente en Él y creyendo en Él puedes tener vida eterna y ser libre de la condenación. Considera estos versículos que enseñan sobre este importante tema:

 

- (Juan 5:40) Y no queréis venir a mí para que tengáis vida.

 

- (Juan 6:35) Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.

 

- (Mt 11:28-30) Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.

29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;

30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.

 

- (Juan 14:6) Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

 

- (Juan 6:68,69) Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.

69 Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.

 

 

 

REFERENCIAS:

 

1. Cita de (Reincarnation), Mark Albrecht, pág. 123

2. Toivo Koskikallio, Kullattu Buddha, pág. 105-108

3. Cita de (Reincarnation), Mark Albrecht, pág. 79

4. Idem pág. 89

5. Idem  pág. 14

6. Mailis Janatuinen, Tapahtui Tamashimassa, pág. 53

7. Olavi Vuori, Hyvät henget ja pahat, págs. 82,83

  

 




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