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Crees que la teoría de la evolución

 

 

CAPÍTULO 1 -

¿Prueban los fósiles la evolución?

 

 

 

Cuando se trata de evidencias de la evolución, generalmente se menciona en primer lugar a los fósiles. Algunos creen que los fósiles prueban que las especies han cambiado con el tiempo y que la vida evolucionó de formas más simples a otras formas más complejas. En muchos libros de texto se mencionan a los fósiles como la evidencia más importante de la evolución. Como ilustra, por ejemplo, el siguiente extracto de un libro de texto (Koulun biologia, lukiokurssi 2-3, 1987, Tast – Tyrväinen – Mattila – Nyberg, pág. 154 / a high school biology textbook):

 

15 Los fósiles como evidencia de la evolución

 

De acuerdo a la teoría de la evolución, los organismos vivientes han evolucionado de formas anteriores, más primitivas. Muchas cosas muestran la evolución de los organismos vivientes. La más importante son los fósiles de plantas y animales antiguos.

                                                               

Los fósiles son, más allá de toda duda, el mejor punto de partida para discutir para determinar si la teoría de la evolución de las especies es un hecho. Si queremos saber si las especies han cambiado a lo largo del tiempo sólo tenemos que considerar los materiales fosilizados. Los fósiles se consideran los testimonios más importantes en una corte de justicia, y representan la mejor evidencia. Estos son la única historia concreta y visible de la vida que tenemos a mano. Si los rechazamos, no tenemos otro material.

   ¿Demuestran los fósiles la evolución de las especies? ¿No hallamos enterrados en el suelo cuantiosas formas en desarrollo, tales como alas  medio desarrolladas, manos, pies, sentidos u otras formas intermedias?

   No, no necesitamos encontrar esa evidencia. En cambio, hallamos que varios organismos siempre han diferido entre sí. La brecha entre fósiles es grande y real, y no se han hallado formas intermedias.

   Darwin, en su tiempo, había admitido eso, aunque puso su esperanza en la adecuación de sus hallazgos realizados hasta entonces. En El Origen de las Especies escribió sobre este tema y que la naturaleza actual está formada de especies claramente determinadas.

Estudiemos sus comentarios y entonces echar un vistazo a recientes comentarios hechos por científicos modernos sobre el mismo tema. Ellos demuestran la brecha que aún existe, a pesar de que la cantidad y calidad de material fósil recogido es perfectamente adecuada para el estudio (hay millones de fósiles en museos):

 

De acuerdo a esta teoría debe haber existido una innumerable cantidad de formas intermedias entre las especies. ¿Por qué no las podemos hallar enterradas dentro de la corteza de la tierra? ¿Por qué es que toda la naturaleza no está en estado de confusión, en lugar de estar hecha, como podemos ver, de especies claramente determinadas? Pesquisas geológicas no han expuesto las incontables débiles diferencias entre especies pasadas y modernas que esta teoría requiere. Y este es el más aparente de los muchos argumentos presentados contra eso. Sin embargo, la respuesta recae sobre la inconsistencia de los hallazgos geológicos. (1)

 

No es posible siquiera compilar una imagen distorsionada de un organismo de la evolución basado en hechos paleontobiológicos. Los materiales fósiles reunidos son tan perfectos ahora que la falta de formas intermedias no puede ser causada por información insuficiente. Las brechas son reales, y nunca pueden ser completadas. (Una afirmación del botánico sueco Heribert Nilsson aproximadamente 50 años atrás).[2])

 

El misterio mayor de los materiales fósiles es que no hemos encontrado ningún factor claro que toma la evolución hacia adelante en la historia de la vida. (…) Hemos ordenado los hallazgos basados en nuestros deseos, pero este orden no puede ser hallado en el mundo real. (…) (Stephen J. Gould, The Ediacaran Experiment. Natural History, vol. 93, Feb. 1984, p.23)

 

Es extraño que las brechas en el material fósil son consistentes en un sentido: faltan los fósiles en todos los lugares importantes. (Francis Hitching, The Neck of the Giraffe, 1982, p. 19)

 

Ninguno de los encargados de cinco grandes museos paleontológicos puede presentar siquiera un simple ejemplo de un organismo que puede ser considerado como pieza de evidencias de la evolución gradual de una especia a otra. (sumario del libro del Dr. Luther Sunderland’s Darwin's enigma. Él entrevistó a muchos representantes de museos naturales para este libro y les escribió con la intensión de determinar qué clase de evidencia tienen para probar la evolución. [3])

 

En todo este museo, no existe ni siquiera la más pequeña cosa que podría probar el origen de las especies a partir de formas intermedias. La teoría de la evolución no está basada en observaciones y hechos. Cuando se trata acerca de la antigüedad de la raza humana, la situación es la misma. Este museo está lleno de evidencia mostrando cuán sin sentido son estas teorías. (Dr. Etheridge, world-famous curador del Museo Británico [4])

 

No importa cuán lejos vayamos en el pasado en la serie de los fósiles de aquellos animales que han vivido antes sobre la tierra, no podemos hallar siquiera un indicio de formas animales que serían formas intermedias entre los grandes grupos y phyla... Los mayores grupos del reino animal no se fusionan unos en otros. Ellos son y han sido estacionarios desde el comienzo... Tampoco ha sido hallado ningún animal de los primeros tipos de estrados rocosos que no pudiese ser puesto en su propio phylum o un grupo mayor... Esta completa falta de formas intermedias entre los grandes grupos de animales solo puede ser interpretada en un sentido... Si estamos dispuestos a tomar los hechos como son, estos grandes grupos han tenido la misma relación los unos con los otros desde el comienzo mismo. (Austin H. Clark, The New Evolution, p. 189)

 

¿Qué indican los fósiles? Cuando examinamos la naturaleza, es imposible ver especies que cambian para convertirse en otras especies. Si la evolución fuese verdad, ciertamente veríamos formas intermedias y nuevos sentidos evolucionando; veríamos manos, pies u otras partes del cuerpo surgiendo y siendo desechadas, pero esa actividad no es evidente. Incluso Darwin afirmó (ver arriba) que la naturaleza actual está compuesta de especies claramente determinadas.

   Si pensamos nuevamente en los fósiles, que serían la mejor y única evidencia acerca de la evolución de la vida a lo largo del tiempo, estos ofrecen evidencia similar. Por medio de ellos podemos ver por lo menos dos cosas con respecto a la historia de la vida. Ninguno de ellos respalda la idea de que la evolución a lo largo de millones de años es un hecho:

 

Algunas formas actuales de vida y las diferencias entre las especies. Primero de todo, los fósiles pertenecen a los mismos grupos principales como las plantas y animales hoy. Están igualmente desarrollados, son complejos, y similares a la forma presente; y eran tan diferentes una de la otra en el pasado en la misma medida que hoy. Esto sugiere la permanencia de las especies y demuestra que ellas no son formas intermedias unas de las otras. En base a este tipo de evidencia, es imposible probar que la evolución ha ocurrido.

 

Aparición repentina. La segunda observación importante es que el mismo organismo complicado y tipos principales aparecen en capas geológicas repentinamente y absolutamente sin progenitores. Ha sido imposible encontrar una larga cadena continua de evolución a partir de un simple comienzo o varias formas básicas del mundo animal de hoy, como los que cabría esperar basados en la teoría de la evolución. Estos hallazgos aún están faltando.

   La “explosión” de vida en el periodo Cámbrico ha sido estimada como la mejor evidencia de la aparición espontánea de vida. Los organismos en el periodo Cámbrico no aparecen en las capas primero como formas simples o incluso formas medio desenvueltas –como cabría esperar- sino que aparecen bien de repente, completos, enteramente preparados y desenvueltos. Por ejemplo, el trilobite con sus complejos ojos aparece de repente sin progenitores. Además, todos los organismos hallados son tan complejos y similares como sus especies modernas.

   La siguiente cita alude a la “explosión” en el periodo Cámbrico. Es un tema que no respalda el punto de vista usual de la teoría de la evolución:

 

Si la evolución, el progreso de lo simple a lo complejo, es verdad, tendríamos que encontrar progenitores de esos organismos completamente desenvueltos que vivieron durante el periodo Cámbrico; pero no han sido descubiertos, y los científicos admiten que las posibilidades de hallarlos son muy pequeñas. Basados solamente en hechos, i.e., basados en lo que realmente ha sido descubierto del suelo, la teoría según la cual los principales grupos de organismos vivientes fueron formados en una creación repentina, es la alternativa más probable. (Harold g. Coffin, Evolution or Creation? Liberty, October 1975, p. 12)

 

Los biólogos a veces rechazan o ignoran la aparición espontánea de la vida animal y su notable composición en el periodo Cámbrico. Sin embargo, la reciente investigación paleontológica hace que la parición repentina de organismos sea más difícil de ignorar. (Scientific American, Agosto de 1964, pág. 34–36) 

 

El hecho, como todo paleontólogo sabe, es que la mayoría de las especies, géneros y familias y casi todos los grupos nuevos, más extensos que el nivel de una familia, aparecen en fósiles repentinamente, y el muy comentado escenario de una transición gradual, continuando perfectamente una tras otra sin brechas, no les da la razón. (George Gaylord Simpson, The Major Features of Evolution, 1953, p. 360)

           

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

Jesús es el camino, y la verdad, y la vida (Jn 14:6)

 

 

  

 

Echa mano de la vida eterna
(1 Ti 6:12)