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¡Sé renovado mediante la oración!

 

 

Introducción

                                                             

¿Te has dado cuenta de que hay muchos obstáculos en nuestras oraciones, que nos impiden orar confiadamente y en forma constante? Aunque hayamos recibido a Cristo en nuestras vidas y sido salvos, y hayamos comenzado a orar, las oraciones de fe y la perseverancia no siempre son fáciles; se nos pueden  presentar muchos obstáculos en el camino cuando nos disponemos a orar.

   A veces la causa puede ser simplemente que no entendemos cuál es nuestro estado ante Dios, mediante Jesús. Aún cuando Cristo debería ser nuestra justicia, y por medio de Él podemos acercarnos a Dios, puede que no comprendamos debidamente o no nos demos plenamente cuenta de este importante realidad fundamental. En vez de eso, puede ocurrir que nos concentremos en nosotros y nuestras imperfecciones, y por eso no esperemos que Dios responda nuestras oraciones.

   Otro obstáculo para orar puede ser la enseñanza errada, como hacia quién dirigir nuestras oraciones y cuántas veces deberíamos orar. Si hemos recibido enseñanzas equivocadas sobre la oración, es posible que nos desviemos hacia el error de las vanas repeticiones o directamente dejaremos de orar. Si olvidamos que el Dios a quien oramos está en los cielos, o pensamos que siempre alcanza con pedir una vez por cada cosa, nuestra oración puede paralizarse. Entonces, cambia la forma de orar y son solamente palabras y más palabras, lo que está lejos de ser el objetivo de la oración.

   En las siguientes páginas vamos a estudiar este importante tema y también ver por qué es importante orar persistentemente. El objetivo es que aprendamos a orar con confianza y perseverancia, y que podamos quitar todos los obstáculos que interfieren nuestra oración. Si haces eso, ¡tu vida de oración seguramente va a ser mucho más fácil!

 

 

 

CAPÍTULO 1 - Falta de conocimiento de la Justicia

CAPÍTULO 2 - La enseñanza errada

CAPÍTULO 3 - ¡Comienza a orar!

CAPÍTULO 4 - ¡También puedes ayunar!

CAPÍTULO 5 - Oración y avivamiento

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

Jesús es el camino, y la verdad, y la vida (Jn 14:6)

 

 

  

 

Echa mano de la vida eterna
(1 Ti 6:12)